Que nuestros hijos no hablen o que se comuniquen de una manera inadecuada es una de las mayores preocupaciones de los padres.
Existen unas habilidades que tenemos que observar, atender y estimular desde los primeros meses de vida, son los pre-requisitos del lenguaje. Son precedentes fundamentales para que las destrezas y habilidades lingüísticas del niño o la niña se desarrollen posteriormente.
Antes de que el niño o la niña hable, deberá prestar atención a su entorno, personas y estímulos que percibe, a jugar y compartir estos momentos y a imitar sonidos y gestos.

El papel de los padres en el desarrollo del lenguaje de los/as niños/as
Los padres tienen un papel fundamental en el desarrollo del lenguaje de los/as más pequeños/as. Desde los primeros meses de vida de los/as bebés existen aspectos a observar y estimular. La interacción, la forma de comunicarse y el juego son la base para estimular las habilidades lingüísticas, y no lingüísticas, que más tarde abrirán paso al lenguaje y la comunicación.
Es necesario dedicar tiempo de calidad, observarlos y ser el espejo donde ellos/as se miren y vean un reflejo repleto de información. Esta les será útil para su desarrollo, no sólo del lenguaje, si no también de la cognición, motricidad, autonomía y emociones.
Pre-requisitos del lenguaje y actividades para estimularles
¿Tu hijo/a te mira cuando le hablas?, ¿hay contacto visual?, ¿comparte su interés por un objeto?, ¿imita gestos y sonidos? A continuación señalamos cuáles son los pre-requisitos del lenguaje y qué actividades podemos realizar para estimular cada uno de ellos.
- Contacto visual: Medio de interacción entre dos personas. Nos aporta mucha información no verbal y es uno de los primeros momentos de comunicación entre el/la bebé y su entorno. Algunas actividades pueden ser:
- Sostener objetos delante del niño o de la niña.
- Ofrecer refuerzos si mira a los ojos cuando se le llama.
- Jugar con objetos e imágenes llamativas y variar la distancia de exposición.
- Atención: La atención permite que el niño o la niña esté en alerta a los estímulos que le rodean y así recibir información y explorar. Algunas actividades pueden ser:
- Leer cuentos.
- Pequeños puzzles y encajables, en función de la edad.
- Actividades como pintar, dibujar…
- Medios-fines: Es la habilidad de conseguir algo a través de un medio. Esto no sólo se aplica en el área de lenguaje, pedir o señalar para comunicar. Esta destreza potencia el área de la autonomía. El objetivo es conseguir que el niño o la niña desarrolle cada vez más independencia en sus entornos. Algunos ejercicios pueden ser:
- Colocar objetos que le gusten alejados de él/ella para que tenga la iniciativa de buscarlos y cogerlos.
- Colocar alimentos dentro de un frasco ligeramente cerrado.
- Manipular y jugar con cajitas que guardan pequeños objetos.
- Permanencia de objeto: Es la destreza de comprender que los objetos existen aún cuando no se pueden percibir ( ver, oír o tocar). Como por ejemplo manipular objetos, (una pelota por ejemplo), explorar con él y luego esconderlo delante del niño o la niña y preguntar ¿Dónde está la pelota?
- Imitación: Capacidad de realizar una acción producida por otra persona. ¿Cómo podemos trabajarlo?
- Tapar objetos delante del niño y luego modelar para que lo haga.
- En la bañera jugar con el agua (tirarla hacia arriba, mojarnos la cabeza… )
- Reproducir acciones con muñecos o peluches (dar de comer, abrazarlos..)
- Causa-efecto: Relación entre dos cosas. Una acción se logra a través de otra. ¿Qué nos ayuda a trabajar esto?
- Juguetes con sonidos y efectos musicales.
- Jugar con globos (hinchar y deshinchar, tirarlos hacia arriba..).
- Juegos en el parque ( tobogán, columpios..)
- Toma de turnos: Habilidad comunicativa fundamental para desarrollar el diálogo. Comprender que en la interacción y en el juego compartido hay un orden conversacional. Algunos ejercicios para trabajar esto son:
- Construir Torres de manera conjunta.
- Vaciar cajas con objetos interesantes y meterlos a la orden de me toca, te toca.. Tu, yo..
- Juego simbólico: Capacidad de jugar de manera imaginaria simulando objetos, situaciones o personajes. Dar vida a objetos inanimados. Como por ejemplo:
- Jugar con cocinitas.
- Para los más mayores, desarrollar un “Roll Play” de profesiones.
- Utilizar elementos inanimados y recrear situaciones o elementos que le llamen la atención (utilizar el mando de la tele como teléfono, una caja de cartón como coche…)

Estas capacidades no sólo abrirán las puertas al desarrollo del lenguaje, sino que les ayudarán a descubrir el mundo. Y es que para aprender tenemos que ofrecerles la posibilidad de experimentar.
El movimiento y la estimulación son el alimento que necesita su cerebro, y su mejor herramienta de aprendizaje. Tenemos una gran responsabilidad e impacto en su desarrollo.
En CEI València nos encanta explorar y descubrirnos estimulando las áreas del desarrollo: motora, cognitiva, lenguaje, autonomía, social-emocional. Estaremos encantados/as de asesorarte y ayudarte a sentar una buena base sobre la que reposará todo lo que aprenderá después.
