¡PAÑALES FUERA!
Cómo acompañar en el control de esfínter de forma respetuosa.

Si tienes un niño o niña mayor de dos años, seguro que has escuchado la siguiente frase: “ahora con el buen tiempo, le vas a quitar el pañal, ¿verdad?”. Y es que, el control del esfínter, es un tema muy recurrente cuando llega el calor.

control-de-esfínter

¿DE QUÉ DEPENDE EL CONTROL DE ESFÍNTER?

El control de esfínter es una cuestión compleja, ya que depende de la maduración de diferentes áreas del desarrollo.

  • Por un lado, podemos hablar de la maduración emocional, puesto que el/la niño/a necesita sentirse seguro de sí mismo/a, percibir que es capaz de controlar la situación y satisfacer las expectativas del adulto.

  • Por otro lado, la maduración fisiológica es crucial, puesto que tiene que ser capaz de controlar el esfínter voluntariamente.

  • Por último, la maduración cognitiva le permitirá entender en qué consiste el control de esfínter, por qué se realiza en un lugar diferente al que había hecho hasta ahora, las normas sociales asociadas o las habilidades comunicativas para solicitar un lugar donde poder hacer pipi.

¿A QUÉ EDAD DEBERÍA DE TENER MI HIJO/A TOTAL CONTROL DE SU ESFÍNTER?

Según la guía Haizea-Llevant de desarrollo psicomotor, alrededor del 50% de los niños y niñas controla los esfínteres de día a los 30 meses, un 75% lo hace a los 36 meses y un 95% lo consigue a los 42 meses. Es decir, no todos/as los/as niños/as controlan los esfínteres a la misma edad, ni todos/as los/as niños/as controlan los esfínteres a los 2 años y medio.

Llegados a este punto, si un/a niño/a de 3 años y medio no controla los esfínteres, podemos intentar averiguar el origen de esta dificultad para así poder conseguir dicho control, aunque muchos/as expertos/as coinciden en que puede considerarse normativo hasta los 4 o 5 años (la Academia Americana de Psiquiatría no considera la enuresis hasta los 5 años o edad equivalente o la encopresis hasta los 4 años).

INDICADORES PARA SABER SI HAY UN AVANCE EN SU CONTROL DE ESFÍNTER

¿Cómo podemos saber que nuestro hijo/a está preparado/a para ello? Existen algunas claves o indicadores que nos pueden ayudar a indentificarlo:

  • Podemos observar que pasa más tiempo sin manchar el pañal entre un cambio y otro.

  • Es capaz de comunicar que se está haciendo pipi o caca.

  • Se interesa cada vez más por lo que hacemos los adultos en el WC.

  • Le molesta estar sucio cuando se hace pipi o caca en el pañal.

Por tanto, podemos deducir que el pañal es un elemento que el/la niño/a debe abandonar llegado el momento en que se sienta preparado/a, en todos los ámbitos que hemos comentado con anterioridad. No podemos olvidar que el acto de hacer pipi o caca en el pañal es un condicionante que nosotros/as mismos/as, los/as adultos/as, hemos propiciado desde su nacimiento, y, por tanto, deberemos acompañar en esta transición de la forma más respetuosa y positiva posible. Esto no significa que no podamos hacer nada para propiciar o favorecer el proceso del control de esfínter.

¿QUÉ DEBEMOS HACER PARA FAVORECER SU AUTONOMÍA?

Resulta importante favorecer la autonomía en su higiene personal, prácticamente desde el momento en que son capaces de mantenerse de pie o empezar a andar. Tener un espacio en el que poder cambiar el pañal de pie, en el que el niño pueda colaborar en su higiene nos servirá de ayuda. De esta manera, se convierte poco a poco en un ser proactivo y partícipe de esta actividad y de esta manera irá tomando consciencia de la situación.

También es importante limitar o restringir el uso de premios o castigos. Hacer pipi o caca en el orinal o WC es un acto propio de su desarrollo, por lo tanto, no debemos premiarlo de forma extrínseca puesto que puede perder el propio valor. Esto no significa que no podamos alegrarnos en el momento que nuestro/a hijo/a realiza por primera vez el pipi en el W.C., pero no establecer como norma contingencias o premios.

quitar-el-pañal

QUÉ NO DEBEMOS HACER SI EL RESULTADO NO ES EL ESPERADO

Por otra parte, si se da algún escape no debemos castigar ni reprimir al niño/a, puesto que podemos asociar sentimientos negativos entorno al desarrollo del control de esfínter. Dado el caso, podemos invitar al niño a que nos ayude a limpiar y volver a asearse y recordarle que si lo necesita le podemos ayudar. Tampoco se aconseja comparar con familiares o amigos, ya que sabemos que cada niño/a sigue un ritmo de maduración.

Rutinas del tipo sentar al niño/a en el WC cada hora o dos horas tampoco se aconsejan, puesto que el niño pierde conciencia de cuando realmente lo necesita, ya que somos lo adultos los que estamos realizando esa función por ellos.

Por ultimo, hablar con el niño/a acerca del proceso de transición y uso del WC también resulta importante, así como invitarle a que nos acompañe al WC, hablar de forma explícita o ayudarnos de cuentos que tratan la materia. Algunos ejemplos son “¿Puedo mirar tu pañal?”, “Adiós, pañal”, “Martina/Edu ya no quieren llevar pañales”, “El orinal de Lulú” o “El libro de los culitos”.

Por tanto, el control de esfínter resulta un proceso complejo en el desarrollo de la infancia, depende de nosotros/as, los/as adultos/as, que se convierta en un momento lleno de buenos aprendizajes o en un mal recuerdo.

Si tienes cualquier duda acerca del desarrollo de tu hijo/a el equipo de CEI València está a tu entera disposición.

psicologa-infantil-ceivalencia

Contacta!