Restableciendo rutinas con los más mayores

La vuelta al cole puede ser difícil. Según crecemos también crecen las obligaciones y responsabilidades. Una buena organización desde el inicio del curso puede ser la clave para empezar bien el colegio, llevarlo todo el día y crear una rutina que nos ayude a gestionar nuestro tiempo.

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ESPACIO Y RUTINAS

Lo primero que debemos buscar es un espacio propio para el niño o la niña, fijo y sin distractores. No vale hacer los deberes en la cocina, al día siguiente en la habitación y al otro en el suelo del salón; vamos a intentar buscar un sitio fijo y acondicionarlo para que sea lo más cómodo posible. Sin distracciones a la vista y con todo lo necesario (bolis y lápices, subrayadores, un calendario..) para poder trabajar.

Una vez tenemos nuestro espacio físico es importante marcarnos un espacio temporal. Lo mejor es adquirir una rutina y más o menos, ya que siempre hay actividades extraescolares, sentarnos a hacer los deberes a la misma hora. Respetar los descansos del/a niño/a también es indispensable. Cada uno/a tiene una capacidad de concentración. Si solo aguantamos 20 minutos podemos hacer un descanso de 5/10 minutos y volver al trabajo; tal vez otro/a niño/a prefiere acabar los deberes de una asignatura y entonces hacer el descanso. Lo importante es encontrar el equilibrio para cada persona. Recordemos que más tiempo sentado a la mesa no quiere decir mejores resultados, y que un descanso muy corto no nos va a ayudar, pero uno demasiado largo puede romper la rutina.

Recordemos que este aspecto se puede entrenar, pero la solución no es sentarles una hora a la mesa. En cambio, debemos observar cuál es el límite en el que rinden e ir aumentando paulatinamente el tiempo de trabajo sin que aparezca cansancio extremo o rabietas.

ORGANIZACIÓN

Una de las mayores preocupaciones es cómo orientar al niño o niña para que empiece a organizarse solo/a. La clave suele ser una combinación de toma de conciencia por parte de los/as niños/as, apoyos adecuados a sus necesidades y una retirada progresiva de la ayuda de los adultos.

Cosas que nos pueden ayudar:

  • Un calendario: aquí podemos ver los trabajos y exámenes a largo plazo, podemos ser más conscientes del paso del tiempo y obtener una visión de conjunto para organizar mejor nuestras rutinas.
  • Agenda semanal: en todos los colegios ya es imprescindible, pero muchas veces a los niños y las niñas les cuesta usarla. Que ellos/as la elijan y personalicen es un buen comienzo. Al principio podemos ayudarnos del profesor para que les explique y recuerde su uso.
  • Horario de clases y extraescolares: hacer un horario por días de nuestras asignaturas y qué tardes tenemos libres y cuáles no, nos puede ayudar, de manera visual, a saber cuándo tenemos que hacer cada deber. Que el lunes y miércoles tengo clase de mates, pero los martes tengo dos horas de básquet, ya sé que sí o sí los deberes de mates se hacen el lunes por la tarde.
  • Normas escritas: los apoyos visuales siempre son de gran ayuda, pero si hay mucha información pueden resultar difíciles de interpretar. Dejar por escrito algunas indicaciones siempre puede guiarnos. Desde dejar en un sitio estratégico un cartel con “REVISAR LA AGENDA” hasta dejarnos por escrito ciertos temas de horario que no van a cambiar “revisar los miércoles por la tarde si tengo deberes de inglés e historia porque el jueves tengo estas asignaturas”.

 

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Sentarse con ellos/as al principio del trimestre para crear rutinas y revisar los horarios para crear los apoyos necesarios puede llevarnos toda una tarde, pero a lo largo del año serán más autónomos y se organizarán mejor que si no lo hacemos. Eso no significa que dejen de necesitar ayuda, pero será más puntual y es una buena manera de empezar a ser autónomos.

Recordemos que ya son mayores, es momento de que empiecen a conocerse, tomar responsabilidades y participar activamente en su aprendizaje escolar.

 

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