El bebé crece y madura siguiendo un esquema preestablecido por la evolución de nuestra especie. Ese desarrollo se ajusta a unas pautas generales, pero con un ritmo y unas características propias. Los primeros meses son fundamentales para la regulación de las funciones básicas. Un desarrollo equilibrado en el período inicial de su vida le va a dar seguridad para separarse, poco a poco, de su madre. Un paso necesario y saludable en la adaptación del bebé al mundo exterior. No hay fórmulas mágicas, lo que le va bien a un bebé no tiene porque funcionar en otro. Podemos admitir consejos, pero con una actitud crítica, ni trucos de la abuela ni recetas de amigas.
Una actitud serena y equilibrada es la mejor solución. Sin prisas, adaptándonos al ritmo propio del bebé, sin exigirle más, pero sin dejar de vigilar su desarrollo.
Algunos consejos:
Mientras damos de mamar, cambiamos, bañamos… al bebé podemos cantarle y hablarle con un tono suave. Mirarlo. No vivamos estas actividades como algo automático, si no con una conciencia plena. El bebé es plenamente consciente de esta dedicación.
El sueño del bebé no es conveniente interrumpirlo, ni para estimularlo ni para alimentarlo. A veces, por querer marcar unos ritmos entorpecemos su propia regulación.
Los primeros meses el bebé no está preparado para nuestro estimulante y sobre estimulado mundo. Intentaremos rodearlo de luces, sonidos, temperatura… adecuados a sus ritmos. E ir exponiéndolo poco a poco al mundo exterior.
Según va madurando el bebé necesita libertad de movimientos: dejarlo disfrutar del baño libremente, poner ropa cómoda para que pueda mover sus piernas y brazos libremente.
Cuando el bebé llora es una muestra de disconfort, puede deberse a alguna razón que hemos de buscar o simplemente a su inmadures. El colocar las extremidades cerca del cuerpo y un suave balanceo les puede ayudar.
El objetivo en este período es propiciar un mundo seguro, un círculo de serenidad (en la medida que nuestro entorno familiar lo permita) alrededor de la madre y el bebé, en el que ambos se escuchen y encuentren, pero siempre adaptado a las necesidades de la criatura.