Desde que nacemos nuestro cerebro recibe numerosos estímulos externos. En función de lo que percibimos y de las experiencias que vivimos el cerebro va modificándose. Por ello, es muy importante durante los primeros años de vida estimular el cerebro de los más pequeños.
En Atención Temprana los cuentos son una herramienta de estimulación muy beneficiosa, ya que leer cuentos les ayuda a desarrollar las capacidades cognitivas, el pensamiento, las emociones y el lenguaje.
Los/as niños/as parten de distintas capacidades de aprendizaje y los cuentos, utilizados como herramienta pedagógica y terapéutica, contribuyen a favorecer las distintas formas de aprender, por ejemplo:
Disciplinas terapéuticas que trabajan de forma multidisciplinar, como Terapia Ocupacional, Neuropsicología y Logopedia, se ven beneficiadas por esta herramienta durante la intervención, ya que el área sensoriomotora, área cognitiva y el área del lenguaje, se ven altamente estimuladas cuando utilizamos los cuentos como herramienta de estimulación.
Durante la narración de un cuento, los sistemas de percepción de información se van desarrollando:
Por otra parte, los cuentos activan los procesos mentales como la memoria y la atención.
A los/as niños/as, les gusta repetir cuentos una y otra vez, a través de esta repetición se afianza su vocabulario y la previsión de los acontecimientos, a la vez que la capacidad atencional aumenta. Esta función ejecutiva (atención selectiva, atención dividida y atención sostenida) se desarrollan de forma muy positiva.
Es en el área del lenguaje donde el cuento se convierte en una gran herramienta de estimulación.
El lenguaje se compone de dos áreas conectadas: recepción y expresión. Estas áreas se componen de cuatro subsistemas que se enriquecen mutuamente: el fonológico, el morfosintáctico, el semántico y el pragmático, todas ellas se desarrollan durante el relato.
De la narración, resulta el placer de escuchar historias, y por ello, los cuentos estimulan como si fuese un juego. Es un proceso activo y creativo que favorece:
Realizar esta actividad en familia tiene muchas ventajas para todos/as los/as niños/as de cualquier edad. Pero, cuando el/la niño/a tiene dificultades en cualquier área del desarrollo, el cuento cobra un papel muy importante, convirtiéndose en un instrumento que apoya y complementa la estimulación que realizamos las profesionales.
Narrar cuentos y crear un hábito de lectura en casa desde edades tempranas favorece:
Todo influye, desde el entorno donde transcurre la actividad; el tipo de cuento (cuentos con moraleja, adivinanzas, emocionales, cuentos de texturas..), hasta el/la adulto/a que lo transmite. Por ello, es importante saber cómo y cuándo transmitir los mensajes.
Los cuentos deben elegirse en función de la edad y los gustos del/a niño/a. Que la temática sea de su agrado favorece una escucha activa, mantener la atención y querer repetir ese momento tan especial para ellos.
Deben de ser libros con grandes imágenes, fichas sin texto, y con gran colorido. Normalmente se tratan de temas concretos y así favorecer el aprendizaje y la asociación. Por ejemplo, láminas con animales, con colores, formas geométricas, etc.
Con tres años son pequeños exploradores de cuentos. Les encantan las ilustraciones, preguntar y que se repitan las partes más graciosas. Los cuentos deben de tener letras grandes y palabras sencillas. Los libros con rimas, emociones básicas y pequeñas aventuras son sus favoritos.
Con el inicio de la lectoescritura los libros cobran un papel fundamental para ellos/as. Es importante crear el hábito de lectura y narración de cuentos, ya que aunque empiezan a leer, el aprendizaje sigue desarrollándose a través de la escucha. Las situaciones y la trama de los cuentos se pueden volver un poco más complejas. Empiezan a desarrollar el sentido del humor, con lo que llegan a disfrutar mucho con situaciones graciosas.
Aunque la amplitud del texto cobra relevancia, es importante que siga disfrutando o probablemente el cuento no interesará al/la niño/a.
A partir de 6-7 años muchos/as niños/as ya son autosuficientes, no necesitan tanta supervisión en la lectura. El cuento pasa a ser una herramienta de comunicación entre el/la adulto/a y el/la niño/a.
En esta edad los cuentos infantiles adquieren un grado de complejidad más elevado, pero no se debe liar al/la niño/a con infinidad de personajes ni con complicados saltos espaciotemporales.
En esta edad los niños son pequeños detectives de cuentos. Les encanta averiguar cosas, les surgen muchas dudas, y les gusta indagar más, por ello es necesario estar cerca y ayudarles en todas sus dudas y así satisfacerlos y motivarlos.
La lista de nuestros cuentos favoritos es inmensa, algunos títulos de nuestros preferidos son:
En el CEI València, estaremos encantados/as de asesorarte si lo necesitas en la elección de un cuento acorde a los gustos, edad y necesidades del/a niño/a.
Muchos cuentos son pequeñas obras de arte con forma de palabras e ilustraciones, donde toda la familia disfrutará sin ninguna duda y se sumergirá en un mundo de fantasía, abriendo las puertas al aprendizaje, la creatividad, la imaginación y la inteligencia emocional.