Integración Sensorial

La Integración Sensorial es un proceso neurológico por el cuál las sensaciones que provienen de nuestro entorno y de nuestro cuerpo son organizadas e interpretadas para su uso.

Toda la información que recibimos sobre el mundo nos viene a través de nuestros sistemas sensoriales. Todos estamos familiarizados con los sentidos del gusto, olfato, vista y oído, pero la mayoría no pensamos en que nuestro sistema nervioso también siente a través del tacto, del movimiento, de la fuerza de la gravedad y de la posición corporal. Normalmente, no nos damos cuenta de ello, debido a que muchos de estos procesos tienen lugar de forma automática, en un nivel inconsciente, dentro del sistema nervioso.

Nuestra mente y nuestro cuerpo están constantemente en acción para dar respuesta a las demandas del mundo actual. Las sensaciones, pensamientos y acciones que experimentamos, son procesados e interpretados gracias a la complejidad de acciones que nuestro Sistema Nervioso Central lleva a cabo, estas acciones reciben el nombre de Integración Sensorial.

La Integración Sensorial es la capacidad del Sistema Nervioso Central (SNC) de procesar correctamente los estímulos sensoriales de nuestro entorno, y generar las repuestas adaptadas que se nos exigen.

sistema nervioso central. Integración Sensorial

Para la mayoría de los niños, la Integración Sensorial se desarrolla de forma natural a lo largo de su infancia, a través del sinfín de actividades y estimulaciones que reciben. Sin embargo, para algunos niños, este proceso de Integración Sensorial no se desarrolla de forma tan eficiente como debería. Cuando esto sucede, pueden hacerse evidentes distintos problemas: de aprendizaje, de comportamiento, o de desarrollo.

Cuando el cerebro no sabe trabajar de forma funcional, porque no tiene las habilidades necesarias para integrar la información sensorial, es imposible conseguir unos niveles de maduración y desarrollo óptimos.

 

Algunas de las respuestas incorrectas que pueden observarse cuando hay dificultades en el procesamiento sensorial:

procesamiento sensorial. Integración Sensorial

Cuando el sistema nervioso central no procesa de forma adecuada la información sensorial aparecen problemas característicos en la vida diaria :
  • Problemas de aprendizaje académico en el colegio: niños con un muy bajo ritmo de aprendizaje, que tienen dificultades en el razonamiento lógico, en la secuenciación, en la planificación motora, etc; niños con un nivel insuficiente  de lectura o de escritura, con dificultades en las tareas matemáticas, en la memorización de conceptos, etc.
  • Problemas de atención: la habilidad para prestar atención a un tarea depende directamente de la capacidad de inhibición de los estímulos sensoriales innecesarios (sonidos de fondo, información visual, movimiento, posturas…). Cuando no existe inhibición sensorial aparecen la falta de concentración y respuestas exageradas a los estímulos.
  • Retrasos psicomotrices en la motricidad fina i/o gruesa: niños considerados como patosos, descoordinados, con dificultad para practicar deportes o realizar juegos motrices con sus compañeros. Otros niños presentan dificultades sólo en motricidad fina, con un agarre incorrecto del lápiz, dificultad para ensartar elementos, para pegar, recortar, abotonar…
  • Retraso en la adquisición del lenguaje: niños que presentan niveles de lenguaje inferiores al correspondiente a su edad cronológica sin tener alteraciones auditivas ni orales. Algunos niños no encuentran las palabras adecuadas, presentando dificultades de expresión y falta de fluidez. Otros niños tardan mucho en empezar a hablar o pueden tener falta de comprensión; podemos encontrar también dificultades en la pronunciación de determinados fonemas.
  • Problemas de regulación de la conducta: Los niños con problemas de procesamiento sensorial por hiposensibilidad -sentir los estímulos en un umbral muy bajo- desconocen la forma de relajarse o tranquilizarse, porque necesitan constantemente recibir estímulos de forma compulsiva (por ejemplo niños hiperactivos). De forma contraria pueden ser niños hipersensibles -sentir los estímulos en un umbral muy alto- que no toleren la estimulación y siempre estén en constante inhibición (quietos, evitando el movimiento, asustándose con los ruidos de forma exagerada…).
  • Defensibilidad táctil: estos niños sienten que la mayoría de los estímulos táctiles son agresivos y sus reacciones ante un abrazo, una caricia o un simple roce entre compañeros, pueden ser de extrema ansiedad o agresividad, pueden responder de forma negativa y exagerada a los estímulos relacionados con el tacto.
  • Comportamientos problemáticos: el niño con problemas en el procesamiento sensorial puede tener problemas conductuales. Los niños pueden ser explosivos, poco flexibles a los cambios (horarios, distribución…), o pueden tener dificultades en las transiciones (cambios de una actividad a otra, de un lugar a otro…). El niño puede mostrar una irritabilidad inexplicable o puede llorar repentinamente sin motivo aparente… La causa suele ser un desajuste sensorial, debido a cambios bruscos del tipo de estimulación, que el niño percibe como una agresión.

TRATAMIENTO

La valoración es el primer paso para identificar qué sistemas sensoriales no están colaborando a una correcta evolución del proceso madurativo neurológico del niño/a. Es un elemento indispensable para determinar el tratamiento a seguir con cada persona.

El tratamiento consiste en sesiones de 50 minutos. Durante las sesiones se trabaja con estimulación vestibular, propioceptiva, táctil, auditiva y visual. Por este motivo, la sala de terapia está repleta de material de colores, de cuerdas y columpios, de texturas para tocar y explorar a través del cuerpo ….

Es necesario que se dan tres condiciones para llevar a cabo un correcto tratamiento:

  • Estímulos sensoriales controlados y adecuados.
  • Participación activa del niño, empleando su motivación principal que es el juego.
  • Respuestas adaptadas a nivel neurológico ante cada una de las actividades

Cada niño requiere un tiempo terapéutico diferente. Habitualmente el tratamiento suele ser de dos años, con una frecuencia semanal de 2 sesiones. Pero la duración del tratamiento y el número de sesiones varía en función de las necesidades del caso y la evolución de cada niño.

Cada niño recibe la atención personalizada de su terapeuta. Según los objetivos a trabajar el tratamiento puede ser individualizado o en grupo de 2 a 4 niños, en este caso, siempre hay un terapeuta por cada niño/a.

Excepcionalmente las terapias pueden ser en solitario, sin otros niños en la sala, si es necesario para el éxito del tratamiento.

Tratamiento semanal

Es la fórmula habitual de trabajo y la más conveniente.

Consiste en una o dos sesiones semanales de 50 minutos o en una sesión de 1 hora y 40 minutos en función de las necesidades de los niños.

Cada niño recibe la atención personalizada de su terapeuta. Según los objetivos a trabajar el tratamiento puede ser individualizado o en grupo de 2 a 4 niños, en este caso, siempre hay un terapeuta por cada niño/a.

Saber más

Tratamiento intensivo

No siempre se puede acceder a la terapia de Integración Sensorial de forma semanal y con asiduidad; por este motivo el CEI Valencia pone a disposición de las familias los bloques de Terapia Intensiva.

Aprovechan esta modalidad de terapia familias que viven en otras comunidades o en el extranjero, o bien niños y niñas que necesitan recibir de forma intensiva una parte del tratamiento.

Saber más

Las terapeutas ocupacionales del CEI València tienen la certificación internacional en Integración Sensorial per la  WPS – Universitat del Sud de Califòrnia.

Contacta!