La conducta y los procesos mentales de los individuos abarcan todos y cada uno de los aspectos de la experiencia humana. Actualmente existen diversas escuelas dentro de la psicología, con sus propias teorías y metodologías, que nos permiten abordar estos procesos de manera global, con una visión abierta e integral.
Desde una posición conciliadora, la práctica terapéutica en el CEI se basa en un enfoque integral de la persona, que nos permite aprovechar los conocimientos de las diferentes escuelas, ayudándonos así a comprender a la persona en su propia especificidad y en su papel en la familia y la escuela, ambos espacios vitales del desarrollo y maduración de los individuos en nuestra sociedad.
Ese enfoque integral la ponemos al servicio de las familias para conseguir que la maduración y el aprendizaje de niños y adolescentes sea equilibrado, global y libre de malestar.
Podemos sintetizar así nuestro trabajo en cada área:
El trabajo directo con ellos está encaminado a definir sus necesidades y conseguir la motivación suficiente para enfrentar las dificultades de la vida diaria. Para ello facilitamos un contexto adecuado para que a través de diferentes medios (dibujando, jugando, hablando, recortando, estudiando, contando historias, escenificando situaciones, pintándose, emocionándose, enfadándose, divirtiéndose etc…..) expresen sus preocupaciones y miedos , a fin de objetivarlos y encontrar soluciones. Los padres serán los colaboradores directos en este trabajo, facilitando y apoyando los avances que se experimenten a lo largo de la intervención.
Entendemos que la familia es la base indispensable para la superación de las dificultades de cualquiera de sus miembros. Cuando un niño o joven manifiesta dificultades (de aprendizaje, de conducta, de relaciones sociales o familiares, emocionales etc…) está expresando problemas con respecto a demandas, tanto propias como de sus padres.
Con esta premisa básica empezamos nuestra labor cuando la familia experimenta una dificultad o sufrimiento que no es capaz de solventar por sí misma. Las soluciones las aporta la propia familia desde sus propias capacidades y con su voluntad de superación. Nuestro papel es ayudar a descubrir esas capacidades, familiares e individuales, para encontrar un modo diferente de afrontar el problema (nunca hay una sola solución a un problema).
Siempre que sea posible, establecemos contacto directo con el contexto escolar que acoge los niño/as y adolescentes. Consideramos muy importante conocer y compartir las experiencias que viven en su día a día. El contexto escolar, además de ser uno de los lugares donde pasa gran parte de su tiempo, es donde recibe la formación académica y se establecen los primeros vínculos sociales fuera de la familia y allegados.
Infancia | Adolescencia |
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Timidez | Falta de seguridad |
Ansiedad | Inadecuación social |
Duelo | Falta de habilidades sociales |
Problemas de adaptación social | Falta de asertividad |
Problemas de autoestima | Bajo rendimiento escolar, desmotivación |
Trastornos del sueño | Falta de organización |
Problemas de conducta | Ansiedad |
Acoso escolar | Trastorno en el estado de ánimo |
Pobre rendimiento escolar | Conflictos familiares |
Problemas atencionales | Problemas de agresividad |
Problemas de comunicación | Dificultades en el juego |
Altas capacidades | Trastornos en el desarrollo |