PREPARÁNDONOS PARA LA NAVIDAD
¿Cómo vive un niño con autismo la Navidad?

navidad y autismo

La Navidad es estresante para todos, pero para los niños con autismo, y para muchos niños con dificultades en el procesamiento sensorial, la ansiedad puede ser profunda.

Muchos encontrarán la Navidad como un periodo difícil, incluso si están entusiasmados con el evento en sí. Cambios en la rutina, sobrecarga sensorial, nuevos lugares y rostros: estas son cosas que les resultarán difíciles de gestionar, y todas ocurren en Navidad. Cuando llegue el gran día, muchas familias se enfrentarán a un niño que estará a punto de estallar, por eso es necesario brindarles todo nuestro apoyo y comprensión especialmente en estas fechas tan señaladas.

APOYO A LOS NIÑOS CON AUTISMO EN LA NAVIDAD

Aunque esta guía será útil para los padres, es más útil para aquellos que no viven con el niño o que no son sus cuidadores principales. Si tienen un nieto, una sobrina, un sobrino o un primo dentro del espectro de autismo con el que se vayan a reunir durante la temporada festiva, esta guía ayudará a toda la familia a sobrellevar la agitación que trae la Navidad.

LA IMPORTANCIA DE LA RUTINA

En esta época del año, las rutinas se interrumpen. Si el niño o la niña está en la escuela o en la guardería, es posible que no vaya a sus clases habituales. Puede esperarse que se queden despiertos hasta más tarde, coman en diferentes momentos, viajen a lugares que normalmente no lo hacen y visiten a familiares no habituales.

Crear anclajes de rutina y planificación que les permitan pasar de una parte del día a la siguiente puede ser una gran ayuda. Lo ideal sería que los familiares estuvieran informados por parte de los padres o cuidadores de algunas de las rutinas del niño o niña y así poder integrarlas en los planes. Mantener los horarios de las comidas y las señales claras, como la hora de acostarse cerca de lo que están acostumbrados, les ayudará a sentirse seguros.

Si hay visitas a familiares que no son muy conocidos por el niño o la niña, colgar fotografías de ellos y mirarlas todos los días durante un tiempo puede ayudarle a aceptarlas más fácilmente. De hecho, los horarios visuales y los frecuentes recordatorios verbales pueden ser necesarios varios días o semanas antes de que comience la celebración.

Si hay canciones, programas de televisión, libros o aplicaciones que el niño ama, en situaciones de emergencia, puede ser útil acceder a ellos, en lugares extraños o mientras otros adultos utilizan los espacios principales de la casa.

LA NECESIDAD DE CREAR UN ESPACIO PERSONAL TRANQUILO Y SEGURO

Si se dispone de una casa lo suficientemente grande, se puede reservar una habitación con todas sus cosas favoritas y las comodidades del hogar. Si eso no es posible, un rincón protegido o, para un niño más pequeño, una tienda de campaña donde poder ir a estar tranquilos es la mejor opción. Es muy importante ser comprensivo o comprensiva cuando el niño necesite usar este espacio.

CUANDO EL ‘FACTOR SORPRESA’ EN LOS REGALOS PUEDE SUPONER UN PROBLEMA

Los regalos pueden ser un campo minado. El elemento sorpresa, que atrae a muchos al abrir regalos, puede ser casi doloroso para un niño con alta sensibilidad o dificultades en la modulación sensorial (no sólo los niños o niñas con autismo). Es posible que algunos niños o niñas deban saber exactamente qué se esconde en el paquete. Tomar fotos de los regalos antes de envolverlos puede ser un truco útil. Puede parecer que estropea la magia de mostrarle al niño antes de abrirlo, pero un niño tranquilo y feliz hace que la Navidad sea más placentera para todos.

Si sucede lo inevitable y el niño se angustia, es esencial una sola presencia tranquila y un lugar apaciguado para retirarse. En una casa llena de gente, existe el peligro de que muchas personas intenten ayudar de inmediato. El instinto de los abuelos y otros familiares es probar las tácticas que implementan con otros niños: traer otros objetos, actividades o personas para intentar distraerse. Esto puede empeorar las cosas para un niño con autismo. Muchos tendrán dificultades con el procesamiento del lenguaje y muchas personas que hablan a la vez pueden ser confusas y dolorosas. Es necesario hacer que sea fácil para un padre o cuidador retirarse a un lugar seguro o irse.

Por encima de todo, no debemos juzgar el estrés y la incomodidad del niño como una tontería o una falta de gratitud. Seamos comprensivos sobre sus reacciones ante lo inesperado. Los padres se lo agradecerán y, como resultado, todos tendrán una Navidad más alegre.

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