LA IMPORTANCIA DE ESTIMULAR EL LENGUAJE DESDE EL NACIMIENTO

Las personas tenemos una capacidad innata para desarrollar el lenguaje, pero estas capacidades no se desarrollan si no crecemos en ambientes propicios a la comunicación. De ahí la importancia de generar situaciones y ambientes que estimulen al bebé desde su nacimiento. 

El lenguaje es como un gran almacén de conceptos, imágenes, significados e ideas que se organizan para expresarnos y comprender. Jugar con este almacén de imágenes y palabras ayudarán al niño/a a hacer pequeñas conexiones con el mundo que le rodea, este es el objetivo de la estimulación con los/as más pequeños/as. Cuando interactuamos con ellos/as y les acompañamos a explorar todo lo que les rodea, estamos abriendo las puertas al conocimiento. Por ello, cómo nos relacionamos e interactuamos con el/la bebé es clave para su desarrollo. 

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Existen etapas y periodos claves donde la estimulación cobra más importancia. Los tres primeros años de vida es el período más importante en la adquisición de las habilidades del habla y del lenguaje, ya que el cerebro está en proceso de desarrollo y maduración. 

Es desde el nacimiento cuando debemos prestarle atención a la manera en que le hablamos, jugamos e interactuamos, ya que esto favorece una serie de destrezas y habilidades que potenciarán el desarrollo del lenguaje; estas habilidades son los prerrequisitos del lenguaje

¿Cómo podemos estimular el lenguaje?

En este artículo nos centraremos en cómo desarrollar el lenguaje a partir de los 12 meses, ya que es en este periodo cuando el lenguaje del niño/a sufre muchas modificaciones y su comprensión aumenta considerablemente. 

Cuando estimulamos a los/as niños/as en estas edades favorecemos que la comprensión aumente, que aprenda nuevo vocabulario y que aprenda a deducir el significado de situaciones y expresiones sencillas: “Vamos a la calle” “Dame el coche”.

Actividades que podemos hacer para estimular el lenguaje:

  • Onomatopeyas: 

Es una de las actividades más favorecedoras en la estimulación del lenguaje, cabe darle una mención especial. 

Las onomatopeyas son una herramienta que ejercita los órganos fonoarticulatorios. Jugando con los sonidos de los objetos y animales, trabajamos a nivel muscular y también los puntos de articulación. 

En niños/as de 12 meses a 3 años estimulan la adquisición del lenguaje y a partir de los 3-4 años mejoran la fluidez y la articulación. 

Esta actividad no podemos confundirla con el uso de onomatopeyas para denominar algo, es decir, en sustitución de la palabra. Un perro es un perro y no un “guau, guau”. La manera correcta es mostrarles la palabra y a continuación el sonido que le corresponde: “Mira que tren más grande” y hace “Chuuuu, chuuuu” ¿Cómo hace el tren? 

  • Gestos:

Acompaña las palabras con gestos. La comunicación y el lenguaje no se limitan al lenguaje verbal. Gesticular ayudará a la comprensión, a la expresión y llamará más su atención cuando le hables, pues estamos representando visualmente una palabra. 

Si el/la niño/a te coge de la mano para llevarte hacia el objeto que quiere, coge su dedo y muéstrale cómo se señala. Esto es muy común en niños/as con retraso del habla y otras dificultades. Ellos/as necesitan comunicar que desean un objeto y la manera que tiene de expresarlo es acercar al adulto hacia el objeto. 

Señalar es un indicador clave de la construcción del lenguaje a partir del primer año de vida. En torno a los 8 meses, los/as bebés son capaces de comprender el significado del gesto de señalar que hacen los/as adultos/as, con el objetivo de focalizar la atención sobre un objeto, persona o acontecimiento. Y es sobre los 10 meses, aproximadamente, cuando los/as bebés comienzan a señalar con una clara intención comunicativa.

  • Dale énfasis a las palabras:

El tono de voz y las expresiones faciales son muy importantes, sobre todo ahora que una parte del rostro se muestra oculta con las mascarillas. Hablarle al/la niño/a con un tono suave, pero divertido, de una forma clara y con apoyo de las expresiones, va a estimular la comprensión y la expresión. 

  • Simplifica su lenguaje:

No por hablarle mucho, el/la niño/a va a aprender más. Darle estructuras sencillas y claras ayudará a su desarrollo. Para esas pequeñas frases que empiezan a salir, acompañar las producciones con pequeñas palmaditas o jugando dando golpecitos a un instrumento musical, por ejemplo, estimulará la expresión. 

  • Cuentos:

Sin duda, es una herramienta que beneficia mucho las áreas del desarrollo, pero especialmente la del lenguaje.

Los cuentos ayudan a integrar los conceptos dando apoyo visual al lenguaje expresivo y comprensivo. Con ellos podemos introducir el uso de onomatopeyas, uso de gestos, enfatizar, teatralizar… Dar lugar a todas las actividades que hemos mencionado anteriormente. 

Para profundizar en los beneficios que tienen los cuentos para favorecer las áreas del desarrollo y tener una selección de cuentos por edades, podéis encontrar en nuestro Blog, dos artículos específicos sobre los cuentos (de 0 a 7 años y nuestros preferidos) Sin duda, es la mejor manera de enseñarles a imaginar, a soñar con aventuras y fantasías y acercarles a conocer lo que les rodea. 

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Juegos que no pueden faltar en casa:

Puesto que no hay una buena estimulación sin un buen juego, sin objeto que les atraiga y con los cuales podamos acompañar a la evolución del lenguaje de nuestros/as niños/as, os dejo unos cuantos juegos y juguetes fantásticos para estimular el lenguaje. 

  • Pompas: Juego por excelencia para estimular el lenguaje expresivo (más, grande, ¡¡ biennn!!), soplar, movilidad de labios, mejillas… 
  • Granjas, trenes y juguetes de madera: Fomentamos tanto la expresión (vocabulario, pequeñas frases, uso de acciones..) como la comprensión, además de la imaginación con el juego simbólico. 
  • Jugar a esconderse, descubrir objetos escondidos: Descubrir objetos, hablar sobre ellos (colores, tamaños, texturas).. Explorar con los cinco sentidos abrirá muchas otras puertas al conocimiento. 
  • Instrumentos musicales: vocalizaciones, ritmos, imitación, expresión corporal… Podemos acompañarlos con sus canciones favoritas. 
  • Animales de granja/selva: Hacemos una pequeña cajita con diferentes animales y podemos clasificarlos en granja y selva, por ejemplo. Hablar sobre sus colores, jugar con las onomatopeyas.. 
  • Cuentos: Hagamos un espacio donde pueda encontrar sus cuentos favoritos. Que tenga acceso a ellos. Un espacio para viajar con los sentidos.

Estas son unas pequeñas muestras de las muchas que hay para estimular a nuestros pequeños/as, únicamente van a necesitar atención, cercanía, cariño y que se les escuche. 

Recordad que no sólo podemos expresarnos con palabras: una risa, compartir momentos con los niños, un abrazo, tiempo con ellos, dará lugar a muchas oportunidades de comunicarnos.

 Si crees que tu hijo o hija puede necesitar estimulación o sientes que quieres dar un paso más, en CEI València estaremos encantadas de atenderte.

 

etiqueta laura montoya

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